“Corpo Forestale”, la guardia forestal italiana intenta dar con el misterioso asesino de olivos. Nos encontramos en la región de la Apulia, en Salento, el tacón de la bota cartográfica italiana.
El enemigo invisible se llama: Xylella fastidiosa, una bacteria que se ha introducido en Italia procedente de Costa Rica. Una plaga peligrosa no solamente para los olivos sino para muchas otras platas, según han advertido las autoridades sanitarias europeas.
Un poco más lejos, cerca de Casarano, tenemos una cita con Antonio y sus amigos Gino, Giovanni y Giuseppe. Cuatro agricultores que no esconden su cólera al constatar el daño que la Xylella ha provocado en sus tierras. La bacteria ataca los haces vasculares de los árboles.
Los cuatro amigos contraatacaron cortando las ramas y troncos afectados.
Antonio De Pascalis, agricultor de Casarano:
“El principal problema es que tenemos 25 millones de árboles en la zona de Salento y, cada primavera, el insecto transmisor de la bacteria Xylell