Dos atentados con coche bomba en el Yemen hacen peligrar las esperanzas de una tregua humanitaria.
Uno de los ataques, reivindicado por el autoproclamado grupo Estado Islámico, tuvo lugar en Saná, la capital del país, controlada por los rebeldes hutíes. Al menos hay una persona muerta y otras cinco heridas. El vehículo estaba aparcado cerca de una mezquita chií.
Todo sucedía horas después de la última oleada de bombardeos de la coalición internacional, liderada por Arabia Saudí. Bombardeos que habrían provocado 124 muertos, según fuentes de los rebeldes hutíes.
Mientras, el enviado especial de Naciones Unidas, Ismail Ould Cheikh Ahmed, intenta negociar un alto el fuego para lograr una tregua humanitaria. La guerra en el Yemen ha provocado más de 3.000 muertos, más de la mitad civiles.