Lo ha hecho este sábado en Kenia, la tierra de su padre. Un país en el que, como muchos otros del continente africano, las relaciones homosexuales constituyen un delito penado con cárcel.
El presidente keniano, Uhuru Kenyatta, mostró su disconformidad y aseguró que esa cuestión no es una prioridad para su Gobierno.
Sí han coincidido en la defensa de las mujeres y niñas.
“Estamos trabajando juntos para asegurarnos de que las niñas tienen acceso a la educación y de que las mujeres están protegidas de la violencia. Hoy puedo anunciar que Kenia será parte de nuestra iniciativa “soñada”, para ayudar a mantener a las adolescentes a salvo, sin SIDA. Estados Unidos seguirá trabajando en África y en Kenia para reforzar el sistema de salud público y frenar las enfermedades antes de que se conviertan en epidemias”.
El presidente visitó el monumento que recuerda a las víctimas del atentado de Al Qaeda contra la embajada estadounidense de 1998 en el que murieron 213 personas.
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