El nuevo recorte de gastos impulsado por el gobierno de Dilma Rousseff en Brasil ha generado incertidumbre en panorama económico del país. Autoridades anunciaron reducir la meta de superávit fiscal del 1.1 a 0.15 del Producto Interno Bruto (PIB), aplicar una reducción de gastos por 24 mil 400 millones de dólares e implementar un mecanismo para un déficit fiscal que supera los 5 mil millones de dólares. Con estas acciones se busca hacer frente a la "seria situación económica" que enfrenta el gigante latinoamericano. Sin embargo, los anuncios han tenido efectos contrarios. teleSUR