Unos 27.000 menores paquistaníes de la deprimida provincia de Balochistán, al sur del país, no tienen acceso a la educación, lo que ha dado paso al incremento acelerado del trabajo infantil en la región.
La pobreza y la marginalidad son las principales causas que alejan a los pequeños de las aulas, cuyos padres no pueden afrontar los gastos escolares y en muchos otros casos los menores deben ayudar en el sustento de sus hogares.
EFE