Una noche redonda me susurra
con su canto de grillos en lo ausente;
que la luna en su música se escurra
como gotas heladas de mi fuente.
El silencio de barro disecado
con aroma de piedras en el alma;
entre sombras de espinas del pasado
sobrevive el cadáver de mi calma.
Caminé por la nada con un traje
de nostalgia besando la memoria;
el olvido quebrado en mi equipaje,
es la magia perdida de la gloria.
Olvidé la mentira del olvido
con tu voz de silencio consumido.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.