En Austria se han levantado este martes con temperaturas cercanas a los 30 grados a primera hora de la mañana. Una sintonía de calor que en otros países del centro y el este de Europa ha rondado los 40 grados. A esto se añaden las escasas precipitaciones que, de forma generalizada, se están registrando en toda la zona; y que ya tienen un efecto directo sobre la economía de países como Alemania.
“No me preguntes. Me encanta el calor. Sudo como cualquier, pero no me importa”, explica una ciudadana alemana. Otras personas tratan de adaptarse como pueden al clima: “Tenemos un sótano. Es un espacio más de la casa. Allí abajo es donde estamos durmiendo ahora”.
Imposible salvar la cosecha este año, como explica desesperado Richard Zahel, enólogo alemán, ante su campo: “Me duele en lo más profundo de mi corazón ver esto, todos los racimos de uvas se han quedado pequeños y secos. Les hace falta agua. Y al lado, esta otra vid también hace daño a la vista, ya está muerta”.
Las cosechas de h