A su juicio, en Venezuela la violencia se ha convertido en un instrumento de control social. Apuntó que hay gran necesidad de que la institucionalidad del Estado sea firme, que cuando la norma sea violentada, la población sienta que va a haber una institución que va a responder. Sin embargo aseveró que el cambio y reconstrucción de la esperanza en la población va a depender de todos y cada uno de los ciudadanos.