Hace cientos de años Albert Einstein predijo que el universo podía estar compuesto por ondas gravitacionales. Modulaciones en el tejido del espacio y el tiempo que nos podrían decir mucho acerca de ciertos fenómenos como los agujeros negros. Pero aún no sabemos si Einstein tenía razón porque aún las seguimos buscando.
Gracias a millones de potenciales fuentes en todo el universo, nuestras expectativas son grandes. Si se pueden ver ondas gravitacionales se puede revolucionar la astronomía. Para ver las posibilidades que existen de captar esas ondas gravitacionales hay que ir al espacio. Por eso se va a enviar esta nave espacial hecha por la ESA que no ha volado antes.
El LISA Pathfinder aún no puede medir las ondas propiamente dichas. El satélite probará una tecnología centrada en dos cubos de oro y platino flotantes que están dentro del módulo para registrar las pequeñas alteraciones.