Lo sucedido en el tren francés de alta velocidad ha reabierto el debate sobre la seguridad en el transporte ferroviario. Desde comienzos de año el gobierno ha incrementado la presencia militar en potenciales objetivos terroristas, aunque las estaciones no cuentan con los medios desplegados en los aeropuertos. El motivo, según las autoridades, es que físicamente no es posible ya que los controles paralizarían el servicio.
“Quizá se deberían instalar arcos de detección de metales en los trenes internacionales”, dice Michael, un pasajero francés. “No lo sé. Voy a tomar el tren. Espero que no pase nada. ¿Qué podemos hacer? No está en nuestras manos, pero seguro que se puede hacer algo”.
“Cuando escuchamos lo que había ocurrido, me alegré de no estar en ese tren”, confiesa una pasajera británica. “Y luego pensé que hoy tenía que tomar un tren hacia el Reino Unido. Me puse un poco nerviosa. Pero ahora veo la seguridad que hay y pienso que no va a pasar nada. Y de todos modos, no vamos a