Luego de que el Estado Islámico destruyera el Templo Baal en la ciudad de Palmira, Siria, ciudadanos muestran su indignación ante los hechos que atentan contra el patrimonio histórico. Autoridades afirman que la destrucción puede ser parcial y trabajan para conocer las afectaciones. Temen que los extremistas destruyan todos los monumentos. Por otra parte, Damasco critica la ofensiva de Turquía y Estados Unidos al norte de Siria, cuyos objetivos, afirman, defienden intereses geopolíticos y atentan contra el pueblo. teleSUR