El congojo del bueno llega a Das Putten Mierden para causaros pesadillas de las fuertes, de esas que te levantas empapado y con ganas de llorar. El mal personificado desatado en una pizzeria en forma de muñecotes abrazables que buscan almas para ¿algo? y todo en una trilogía buena a más no poder. Nunca vigilar cámaras de seguridad fue tan emocionante.