Las imágenes fueron colgadas en las redes sociales y muestran el lanzamiento y explosión de una bomba de barril en la localidad siria rebelde de Ariha. El uso de este tipo de artefactos que supuestamente utiliza el régimen sirio está prohibido por la ONU. El ataque tuvo lugar el domingo y, según fuente locales, mató a seis civiles y dejó decenas de heridos.

Las denuncias contra la brutalidad con la que el régimen sirio trata de recuperar terreno contrastan con la estrategia del Gobierno iraquí, que acaba de comenzar a utilizar los “precisos” aviones F-16 en su campaña contra el grupo Estado Islámico: “Tendrá un gran impacto en el curso de batallas futuras”, ha declarado este lunes el ministro iraquí de defensa, Jalid al-Obeidi.

La fuerza aérea iraquí era casi inexistente y Bagdad dependía del Ejército estadounidense para realizar misiones contra los yihadistas. El gobierno iraquí recibió los cuatro primeros F-16 comprados al Pentágono el pasado mes de julio.