La independencia de una región europea tendrá consecuencias directas en relación a su pertenencia a la Unión Europea.
"Si una parte de un Estado miembro deja de ser una parte de ese Estado por el hecho mismo de la independencia y los tratados no se aplicarán en ese territorio", ha declarado este mediodía el portavoz de la Comisión Europea, Margaritas Schinas.
Schinas ha recordado que la posición de la Comisión Europea sobre las consecuencias de la independencia de una parte de los Estados miembros de la UE no ha variado.
Las declaraciones coinciden con la posición expresada por el propio Jean Claude Juncker, que en mayo del año pasado precisó también el freno que supondría el no reconocimiento por parte de España de una hipotética Catalunya independiente.