Atrapados en Grecia. Tras el sucesivo cierre de las fronteras en la denominada ruta de los balcanes, miles de refugiados aguardan en Atenas o junto a la frontera de la Antigua República Yugoslava de Macedonia a la espera de poder seguir su camino hacia el corazón de Europa. El buen tiempo que hace ahora en el Egeo ha provocado un repunte del flujo migratorio que está desbordando a las autoridades.
“Mi casa ha sido destruida”, dice este hombre, “y mi familia está repartida. Unos están en Alemania, otros en Turuqía y yo, aquí. En Siria no hay futuro. La Guerra ha acabado con todo”.
Sólo en el último fin e semana se calcula que han llegado a la capital griega más de 5.000 nuevos inmigrantes que no tienen dónde quedarse. La Unión Europea alerta de que la situación podría degenerar en una nueva crisis humanitaria
En estas circunstancias, y mientras las últimas decisiones del Consejo Europeo son ignoradas, el país corre el peligro de convertirse en un enorme campamento de acogida sin