Unos 77 países aún criminalizan la homosexualidad y en siete de ellos se castiga con pena de muerte. Por ello, miles se ven obligados a huir de sus hogares por su condición sexual y solicitan asilo en otras naciones apelando a la Convención de Ginebra. Sin embargo, no siempre obtienen protección y muchos terminan condenados a la marginación. teleSUR