Siguen las manifestaciones en “la jungla” de Calais. Varios refugiados de origen iraní decidieron coserse la boca para protestar en contra del desmantelamiento de la parte sur del campamento ubicado en el noroeste de Francia. Su único refugio ha sido destruído, así que algunos decidieron desaparecer del control de las autoridades.

Ahmad, refugiado iraquí de 25 años cuenta que no ha tomado una ducha en más de diez días. El lugar está inundado por las continuas lluvias. Para Ahmad, vivir en el Reino Unido no es su prioridad, pero quiere llegar solo para estar con sus familiares que lo están esperando.

La evacuación de “la jungla” de Calais comenzó hace cuatro días. Según la Prefectura de la zona, entre 800 y 1.000 inmigrantes viven en el lugar, pero las cifras de las asociaciones que trabajan en el terreno aseguran que son 3.450 refugiados. Una hectárea, de un total de 7,5 hectáreas, ya ha sido desalojada.

Sorry, France, but razing the Calais ‘Jungle’ is not humanitarian | Cla