“Una crisis humanitaria sin precedentes”, así describe la situación en la frontera entre Grecia y la República de Macedonia el gobernador de la región griega de Macedonia que, hoy, ha visitado Idomeni. En este puesto fronterizo se hacinan a la intemperie un tercio de los 35 000 migrantes que, según ACNUR hay en Grecia.
“La Antigua República Yugoslava de Macedonia debe abrir sus fronteras inmediatamente. La Unión Europea debe actuar contra los países que están cerrando sus fronteras”, ha dicho Apostolos Tzitzikostas que ha pedido al gobierno de Atenas que declare el estado de emergencia en la región.
Solo ayer, llegaron al puesto fronterizo de Idomeni unas 1000 personas mientras que las autoridades macedonias solo dejaron pasar a 187 migrantes, según ACNUR.
“Llegamos aquí tras muchos sufrimientos, nos han atacado, robado y perdimos todo durante el viaje, ni siquiera tenemos pasaporte”, comenta Taher, migrante sirio.
“¿Esto es Europa?, si lo hubiera sabido no habría venido.”
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