Activistas y ambientalistas acusan al Estado español de pretender reabrir la central nuclear más antigua de Europa, cerrada en 2013. Alertan que de consumarse, se pondría en riesgo la seguridad de los habitantes de Santa María de Garoña, en Burgos, pues ya cumplió su ciclo óptimo de vida, 40 años, pero sus propietarios quieren prolongarlo a 60. teleSUR