Próxima parada, planta nuclear. Este podría ser bien el título de nuestro programa de hoy, que no se trata de nada nuclear, sino de los atentados terroristas de esta semana en Bruselas, Bélgica.

Es que sí, la próxima parada, quizá no sea otra estación de metro o autobús, sino sea una planta nuclear, donde exploten las bombas.

Esa quizá sea la alerta que habría que aprovechar para que la muerte de los inocentes no haya sido por lo menos en vano.

Hoy en 'Detrás de la Razón', analizaremos minuciosamente qué pasó, por qué pasó, a quién le pasó, y en qué momento pasó, el horroroso atentado en la capital de Bélgica y en la capital de Europa porque ahí están las oficinas centrales de la otrora gloriosa Unión Europea (UE).

UE que hoy de gloriosa no tiene nada, sino una cruz en su cabeza que marca su responsabilidad, su incapacidad y la muerte de miles de inocentes no sólo en sus países sino en Medio Oriente.

Los atentados de Bruselas en este martes de la muerte, marzo 22, acabada de entrar la primavera, explosiones a unos pasos de las oficinas de la UE, en una estación de metro, y en el aeropuerto de Bruselas, dejan 31 muertos, 300 heridos, una Europa aterrorizada y un mundo asustado.

El grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), publicó con orgullo ser el autor de la masacre. Llamó mártires, no a los que murieron por la explosión sino a los que los explotaron las bombas, dos hermanos belgas, terroristas de profesión y extremistas por convicción.

Se suicidaron haciéndose explotar arrancando decenas de vidas. La primera pregunta que salta: cuestionar a estos criminales ya está por supuesto, pero cuestionar a los responsables de cuidar a la gente, es la tarea de todos.

¿Qué no le bastó el atentado de París (capital francesa) hace unos meses al Gobierno de Bélgica para estar en máxima alerta?

¿Dos terroristas, o un puñado de ellos, son súper inteligentes, que el sistema de Inteligencia belga no pudo hacer nada, evitar, prever o por lo menos saber que los iban a atacar?

Pregunta dos: ¿Por qué los terroristas escogieron Bruselas, por ser la capital de la UE, porque de Bélgica es de dónde más salen muchachos hacia Siria con ganas de disparar armas y ser terroristas, o porque Bélgica es un país dividido en su interior por las diferencias que tienen sus sociedades y etnias?

Porque muchos dicen que Bélgica son dos países en uno, o que eran una nación sin Estado, o que hay una terrible frontera entre dos grupos que no se ve en el mapa, pero que se siente en el corazón de los belgas, la frontera lingüística.

Una frontera de un lado los francófonos del sur y del otro lado los flamencos del norte, que nacieron para no ponerse de acuerdo. Quizá por eso haya que preguntarse cosas extrañas.

¿Por qué en los atentados de París, Bélgica se puso tanto en alerta, que cerró las escuelas belgas, y ahora con los atentados en su propio país, no cerró las escuelas?

¿París era más importante?

¿El golpe a Europa vía París era más importante que el golpe a su propio país, Bélgica?

¿El no ponerse de acuerdo en lo social pudo afectar incluso las fuerzas de seguridad belgas que mostraron total incapacidad para prevenir una masacre como la de este martes 22 de marzo?

¿El terrorismo está atacando países que se están fragmentando por su desigualdad, histórica, social o económica, como pasa en Bélgica?