Los psicólogos han descubierto algo que el sentido común ya tenía en cuenta, “a las personas nos gusta la gente como nosotros”. Eso de que los polos opuestos se atraen, bueno es verdad si hablamos de las etapas iniciales del enamoramiento. En la mayoría de las casos, nos cuesta conectar con aquellos que son diferentes a uno mismo. Este es para mi uno de los mayores y más importantes hallazgos de las psicología en los últimos años, con infinidad de aplicaciones en el ámbito de las relaciones interpersonales y, como no, en el mundo de la empresa. Llevo varios años desarrollando acciones formativas y proyectos de consultoría en donde formo a los alumnos para que sean capaces de conocerse, conocer a su interlocutor (cliente, compañero, colaborador,…) y adaptarse a él con el objetivo que este persiga, ya sea venderlo, atenderle, motivarle o, simplemente, mejorar la comunicación con él. El Efecto Espejo se sustenta, además, en la gran literatura científica que acumulan las últimas teorías que analizan la personalidad humana y donde se describen los 4 grandes perfiles del ser humano que se denominan RIESGO, EXTROVERSIÓN, PACIENCIA Y NORMA según la metodología PDA, aunque otras lenguajes como el DISC también los comenta empleando otra terminología. El que solo se hable de estos 4 perfiles agiliza la observación y clasificación de la persona con la que te relacionas, facilitando la adaptación a ella. Si todavía no me crees, no pienses en tu pareja (el amor a veces es difícil entender por mucho que los científicos quieran analizarlo en un laboratorio), reflexiona sobre tus amigos y, más concretamente, en tu mejor amigo. ¿A qué guardas mucho en común con esta persona?, ¿más que quizás con cualquier otro de tus amistades?.