Armenia y Azerbaiyán se acusan mutuamente de haber violado el alto el fuego al lanzar una ofensiva con armamento pesado a lo largo de toda la línea del frente.

Según medios locales, varios soldados y civiles han muerto en estos ataques. Entre las víctimas habría varios niños.

Rusia, que cuenta con una base militar en territorio armenio, ha asegurado que sigue atentamente los acontecimientos en el Cáucaso Sur. Su presidente, Vladímir Putin, ha instado a las partes “a un inmediato cese del fuego y a mostrar moderación”.

El conflicto entre los dos países se remonta a los tiempos de la antigua Unión Soviética cuando el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia, pidió su adhesión al país vecino, desatando una sangrienta guerra que dejó 25.000 muertos y centenares de miles de refugiados.

A pesar del alto el fuego alcanzado en 1994, las partes no han firmado ningún acuerdo de paz.