Una vez más, Javier Fernández se proclama campeón del mundo de patinaje artístico. El español ha demostrado que ni el hielo ni el oro se le resiste en la pista, después de que ayer consiguiera la mayor puntuación en la ciudad de Boston, eclipsando a todos sus oponentes. Tras su caída al ejecutar el segundo cuádruple en el programa corto, todo indicaba que se le escapaba el ansiado título de las manos. En ese momento, sólo podía confiar en ejecutar el resto del programa a la perfección y esperar los fallos del japonés Yuzuru Hanyu.