El 14 de septiembre, ondas de energía que viajaron más de mil millones de años sacudieron suavemente el espacio-tiempo en las proximidades de la Tierra. La perturbación, producida por esta pareja de agujeros negros en fusión, fue capturada por las instalaciones del Observatorio Interferómetro Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) en Washington y Louisiana.