Uncharted 4: El desenlace del Ladrón se ha convertido en uno de esos hitos modernos a los que no siempre estamos acostumbrados. Naughty Dog, referente absoluto para Sony en la época de Playstation 3, todavía no se había estrenado (si no contamos los remasters) en la nueva Playstation 4. Y la espera, a pesar de algunos retrasos, ha valido la pena. El retorno, y quién sabe si retiro, de Nathan Drake es una oda al videojuego moderno, capaz de resaltar todas las virtudes que emanan de las plataformas y tendencias actuales y capaz, a su vez, de minimizar esos defectos que parecen también acechar a la manera de entender los videojuegos. La cuarta entrega numerada de la serie es, probablemente, uno de esos clásicos que recordaremos con el tiempo.