Las botellas de plástico pueden tardar más de 500 años en degradarse, así que es buena idea darle una segunda vida a botellas de agua o refrescos ya utilizadas.
Un monedero, una maceta o hasta un dispensador de papel son algunas de las formas curiosas en las que podemos reutilizar las botellas, según la maña de cada uno. Si las manualidades salen mal o queremos deshacernos finalmente de una botella de plástico, siempre en el contenedor amarillo.