En marcha el desalojo del campamento de refugiados griego de Idomeni. Hasta el mediodía habían salido 25 autobuses, con alrededor de 1.200 personas de las cerca de 8.500 que allí se encontraban.
Según un portavoz de la Policía, la operación se está desarrollando sin altercados. Un desalojo que el Gobierno estima que podría durar una semana. Al menos 400 policías antidisturbios han sido desplegados en la zona.
“En general, desde un punto de vista psicológico, ha habido un aumento de la tensión últimamente, porque hay gente que ha permanecido allí durante más de dos o tres meses. También hay mucha inseguridad porque no son plenamente conscientes de adónde van y de lo que les depara el futuro”, ha dicho Vicky Markolefa, portavoz de Médicos Sin Fronteras en Idomeni.
Los refugiados serán trasladados a instalaciones en Sindos y Derveni, ambos en el norte de Grecia. Son dos de los siete nuevos centros de acogida que ha preparado el Gobierno griego para dar cabida a todos los refugiados