Éste ha levantado el veto que pesaba sobre las personas transexuales cuatro años después de que se haya puesto fin a la política que reinaba en las fuerzas armadas de prohibir a los soldados u oficiales declarar abiertamente su homosexualidad.
El secretario de Defensa, Ash Carter, subrayó que el ejército tiene que “tener acceso al 100% de la población de Estados Unidos para su cuerpo de voluntarios”. “Así podrán reclutar a los más cualificados y preservar lo que son, la primera fuerza combativa que el mundo ha conocido”, señaló Carter.
A partir de octubre, los miembros del Ejército que se identifiquen como transexuales y que así lo deseen tendrán derecho a someterse a operaciones de cambio de sexo costeadas por el Departamento de Defensa. El Pentágono estima que de los 1,3 millones de militares en activo existen en torno a 2.450 transexuales.