En el corto tiempo que Peñalosa lleva la alcaldía de derecha en Bogotá, se lesionan los derechos de los trabajadores informales y se ponen en marcha medidas represivas.
El modelo social de las anteriores administraciones es desmontado por el actual alcalde. El fenómeno va más allá del discurso de despejar el espacio público. Según cifras oficiales (DANE), la mitad de la población colombiana en edad de trabajar está en el sector informal, con lo que ello implica: ingresos precarios e indignas condiciones de trabajo.
Sólo la capital colombiana tiene más de 120 mil vendedores informales, de quienes dependen unas seis personas. La cifra muestra la necesidad de implementar políticas públicas que garanticen un empleo digno para esta comunidad.
Desempleo e informalidad golpean con mayor fuerza a las mujeres: por cada hombre desempleado hay dos mujeres. La posición fácil es optar por la venta callejera, y en general la economía informal. Los vendedores informales tienen organizaciones que los representan y, sin embargo, no son incluidas en el diseño de la política pública.
De otro lado, el espacio público es un concepto en disputa. Para muchos, no es una construcción física sino social, y debe definirse por quienes lo habitan y apropian, donde las actividades económicas informales son parte de esa transformación.
Este capítulo del programa trata de recoger las opiniones de los colombianos sobre este asunto planteando las siguientes preguntas:
¿Quiénes son los vendedores ambulantes?
¿Cómo ves lo que ocurre con las ventas informales en Bogotá y otras ciudades?
¿El alcalde Peñalosa debería o no concertar con los vendedores informales?
¿En qué condiciones trabajan los vendedores ambulantes?
¿Cómo ves tú el papel del sector informal en la economía colombiana?
¿Cuáles medidas serían indicadas para que los derechos al espacio público y al trabajo no choquen?
En materia de derechos sociales, ¿Bogotá avanza o retrocede? ¿Por qué?
¿Qué papel juegan los medios de comunicación en el tema de los vendedores ambulantes?