Israel responde a los ataques palestinos de los últimos días, en los que murieron dos israelíes y seis resultaron heridos.

En las últimas horas, las fuerzas de seguridad han detenido a más de treinta palestinos en varias redadas. Entre ellos, a dos hermanos y una hermana del joven que el pasado jueves apuñaló en su cama a una niña de trece años en la colonia de Kiryat Arba, en la localidad cisjordana de Hebrón. El asesino murió por disparos de un guardia de seguridad.

En la madrugada de este lunes, el ejército demolía en el campo de refugiados de Qalandia, también en Cisjordania, dos viviendas de las familias de los dos jóvenes que asesinaron a un israelí e hirieron a otro el pasado diciembre, también muertos por disparos de fuerzas de seguridad israelíes.

Durante la operación se produjeron disturbios, sofocados con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos.

Israel construirá 800 nuevas viviendas en colonias judías de Jerusalén Este, y 600 para palestinos en un barrio árabe de la ciudad.

El bloqueo de Hebrón y la cancelación de permisos de trabajo de palestinos del pueblo de Bani Naim, origen de los autores de varios ataques, son otras de las medidas tomadas por Tel Aviv.