Cuando se cumplen 21 años de la peor matanza en Europa desde la II Guerra Mundial, los cuerpos de estos hombres y jóvenes han sido identificados y enterrados en el centro conmemorativo de Potocari. Se suman a las más de 6.000 víctimas que yacen en el mismo lugar.

Numerosos familiares, principalmente mujeres, han acudido para rezar por los suyos.

“Perdí a mi marido aquí. Escapé con mis dos hijos por las montañas en 1995 y me dirigí a Tuzla. Después de todos estos años encontraron su cuerpo. En realidad solo algunos huesos y son los que estoy enterrando hoy”, decía una viuda.

“Cuando escucho a alguien decir que estamos mintiendo sobre la masacre hay veces que quiero desaparecer de la faz de la Tierra. ¿Cómo puede alguien decir que estamos mintiendo sobre esto? Qué vergüenza. Ya no tengo ni a mi padre, ni a mi madre, ni a mi marido. Tenía solo 20 años cuando me quedé sola con tres hijas pequeñas”, decía indignada otra mujer.

Alrededor de 8.000 musulmanes varones fueron asesinados tras la conquista de Srebrenica, en 1995, por las tropas serbo bosnias del general Ratko Mladic. Fue el único capítulo de esta guerra considerado un genocidio por la justicia internacional.

Dos décadas después, miles de cuerpos continúan aún enterrados en decenas de fosas comunes y sin ser identificados.