Aaron Driver era simpatizante del grupo Estado Islámico y había sido detenido el año pasado por apoyar a los yihadistas en las redes sociales.

La Policía había sido alertada por el FBI, que les envió un vídeo grabado por Driver en el que informaba de las acciones que iba a cometer.

“Según esta información el ataque iba a tener lugar en las próximas 72 horas, previsiblemente en un centro urbano, por la mañana o por la tarde en hora punta”.

Todo ocurrió el miércoles a las puertas de la vivienda de Driver, en la localidad de Strathroy, en Ontario, aunque se ha hecho público este jueves.

Driver salió de su casa, se metió en un taxi y tras ser interceptado por la policía hizo estallar un explosivo que hirió al taxista. Murió antes de poder activar un segundo artefacto que llevaba consigo.