Los Gobiernos de Australia y Papúa Nueva Guinea han acordado poner fin al centro de inmigrantes de la isla de Manus, un recinto donde permanecen detenidas cerca de 800 personas. Una decisión que viene obligada por el Tribunal Supremo de Papúa, que en abril declaraba este lugar ilegal, ya que violaba las libertades personales de los solicitantes de asilo.
Desde hace años, Australia envía a estos campos de detención a cualquier inmigrante que sea interceptado intentado alcanzar el país en barco. Unos recintos donde estas personas han sufrido en numerosas ocasiones agresiones y abusos de todo tipo por parte de la población local, según denuncian varios grupos de defensa de los Derechos Humanos.
Closure of Manus Island detention only first step to ending offshore nightmare for refugees – https://t.co/BYQQbUZMFi— Amnesty Australia (@amnestyOz) 17 de agosto de 2016
Si bien el cierre del centro de Manus ya ha sido oficialmente anunciado, ni Australia ni Papúa informan de cuando tendrá lugar. Además, el destino de estos inmigrantes de Afganistán, Pakistán o Siria se desconoce por completo. Desde el ministerio de Inmigración australiano ya han anunciado que no acogerán a ni uno sólo de estos refugiados