Donald Trump, al desnudo. En varias ciudades estadounidenses han aparecido de la noche a la mañana estatuas del candidato republicano a la Casa Blanca en cueros. La obra, bautizada con el nombre de “El emperador no tiene huevos”, ha sido creada por un grupo de artistas crítico con el magnate. De hecho, la imagen muestra a un Trump con un gran vientre y un micropene. “Es una idea brillante. Trump se cree que es lo más grande de la Tierra y esta figura refleja de forma muy precisa quien es realmente”, opina un vecino de Los Angeles. “Es grotesco, más incluso que en las fotos y se ajusta perfectamente a su personalidad”, añade una mujer.
El “doble” desnudo de Trump sobrevivió lo suficiente como para ser visto desde todos los ángulos en las ciudades de Los Angeles, Seattle, Cleveland y San Francisco. Sin embargo, en Nueva York, los miembros del Departamento de Parques y Ocio de la ciudad intervinieron en menos de dos horas y destruyeron la estatua, aunque no pudieron impedir que antes miles de neoyorquinos y turistas se hicieran fotografías con el candidato.