Una de las primeras máximas de todo superhéroe es proteger su identidad secreta. Spiderman, Batman, Daredevil... Todos ellos se cuidan mucho no revelar quién se esconde tras la máscara cuando luchan contra el crimen. Sin embargo, a Superman sólo le hacen falta unas gafas para que, casi por arte de magia, nadie le reconozca como Clark Kent. Pero, ¿Realmente es la magia del cómic... o este escueto disfraz tiene base científica?