Flanqueados por cazas surcoreanos y estadounidenses, dos bombarderos estratégicos B-1B han sobrevolado este martes a baja altura cerca de la base de Osan, a unos 50 km al sur de Seúl.

Esta demostración de fuerza ha tenido lugar apenas cuatro días después del nuevo ensayo atómico realizado por Pyongyang, el último régimen estalinista del planeta.

- “Nuestra intención, que comparte la República de Corea, es asegurarnos de que el Consejo de Seguridad adopte la resolución más fuerte posible, incluyendo nuevas sanciones, tan pronto como sea posible”, explicaba el enviado especial estadounidense para Corea del Norte, Sung Kim.

Los continuos desafíos atómicos del régimen norcoreano han sembrado la alarma en toda la región. China, tradicional aliado de Corea del Norte, ha pedido calma a Washington y a Pyongyang para evitar una escalada de la tensión de consecuencias imprevisibles.