El gobierno de Estados Unidos otorgó por error la ciudadanía a por lo menos 858 inmigrantes que tenían órdenes de deportación pendientes y procedían de países de preocupación para la seguridad nacional o con altos índices de fraude migratorio, reveló una auditaría interna de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés)
Ese vacío se debe a que los expedientes de papel antiguos jamás fueron agregados a las bases de datos de huellas dactilares creados tanto por el ahora desaparecido Servicio de Inmigración y Naturalización como por el FBI en la década de 1990.
Por lo menos tres inmigrantes naturalizados consiguieron credenciales de trabajador de aviación o de transporte, lo que les concede acceso a zonas de seguridad en aeropuertos o instalaciones marítimas y buques.