Madrid, 27 sep (efesalud.com). El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, nos explica en este videoblog algunos pormenores de la enfermedad de Kawasaki, una inflamación generalizada de todos los vasos sanguíneos del organismo, o vasculitis, que se produce normalmente en niños y niñas de entre seis meses y cinco años de edad; patología que, en ocasiones, puede llevarles a padecer una obstrucción de sus arterias coronarias poco tiempo después, y, consecuentemente, angina de pecho e infarto agudo de miocardio.
El cuerpo del bebé o del menor responde de forma exagerada ante una infección que se presume vírica, aunque se desconoce su origen real. Esta reacción del sistema inmunológico afecta a los vasos sanguíneos de tamaño pequeño y mediano de todo su organismo y, además, muestra otros síntomas:
"Fiebre alta, con picos superiores a los 40º, que persiste más de cinco días; ojos enrojecidos; exantema -erupciones en la piel de color rojizo-, sobre todo en las palmas de las manos y plantas de los pies, en el tórax y en las ingles; labios secos; lengua algo hinchada; y adenopatías en el cuello, inflamación de los ganglios", describe el cardiólogo.
También pueden aparecer alteraciones gastrointestinales como diarrea, vómitos y dolor abdominal.
"Un pediatra debe pensar en la enfermedad de Kawasaki cuando se encuentra a un niño con fiebre persistente que dura más de cinco días y problemas en la piel sin encontrar una causa conocida", apunta.
En esta fase aguda, las manifestaciones cardíacas son miocarditis -inflamación del músculo cardíaco- y pericarditis -inflamación de la membrana fibrosa que envuelve al corazón-.
La mayor parte de los menores se recuperan sin secuelas, pero uno de cada cinco puede llegar a tener problemas serios en las arterias coronarias.
"Durante el proceso de cicatrización de los aneurismas, -o abombamientos anormales de las arterias-, cuando los pacientes han pasado ya la fase aguada de la enfermedad, incluso varios años después de haber sufrido esta patología infecciosa, algunos niños, pocos, comienzan a padecer anginas de pecho e infartos de miocardio, como si fueran adultos", expone.
Las arterias coronarias tienen obstrucciones que se deben solventar con angioplastias en el laboratorio de Hemodinámica.
"Colocamos stents o mallas metálicas para dar luz a los vasos dañados y evitar así la enfermedad isquémica derivada de una EK (enfermedad de Kawasaki)", dice el doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón.
Esta patología, que fue descrita en Japón por el Dr. Tomisaku Kawasakim hace ya poco menos de medio siglo, afecta a 90 o 100 niños y niñas de cada 100.000, básicamente en Asia. En Europa, la prevalencia oscila entre 30 y 40 casos. Se da más en varones que en mujeres.
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