Hace un año veíamos multitud de imágenes de cientos de refugiados llegando a la isla griega de Lesbos. Su primera parada en Europa.
En marzo de este año la UE y Turquía llegaron a un acuerdo para frenar esta situación y como consecuencia, los refugiados que estaban ya en la isla, unos 6.000, se quedaron bloqueados. Las autoridades ya no les hacían los papeles para poder continuar su camino.
Los habitantes de Lesbos están preocupados, en la isla viven más migrantes que habitantes griegos.
El alcalde de Lesbos comenta:
“Desde hace mucho tiempo que vengo advirtiendo del peligro que conlleva este acuerdo, porque deja a personas bloqueadas en la isla y esta situación no puede continuar. Existe un gran malestar entre los refugiados pero también entre los residentes, que están preocupados. Además empiezan a surgir los extremismos con fuerza. Hay que desbloquear la isla lo antes posible, inmediatamente, incluso”.
El principal problema se encuentra en Moria, un campamento en el que viven 5.000 refugiados.
Roland Schonbauer es voluntario de ACNUR, él comenta:
“Grecia es un lugar muy hospitalario en donde la gente entiende la situación de los refugiados. Quizás porque muchos residentes recuerdan que muchos de sus antepasados fueron también emigrantes”.
Hace unas semanas la situación se volvió más complicada. Un grupo de migrantes provocaron un incendio mientras hacían un fuego para calentarse, y como consecuencia se quemaron olivos que tenían más de 200 años. Los árboles pertenecían a los residentes de Moria, que también están molestos porque han recibido más gente de la que pueden albergar.
El presidente de esta comunidad afirma que ellos dan la bienvenida a todos los refugiados porque esta gente vino en busca de una vida mejor pero lo que quieren es salir de la isla y están atrapados. Toda esa situación crea malestar en la comunidad y no puede seguir así.
El manager de otro campo de refugiados dice que están furiosos porque alguien abandonó a 6.000 personas en Lesbos. En Samos 3.000 otros 3.000 en Quíos.
Según él están olvidados y ni Grecia ni Lesbos pueden dejar que la situación continúe así.
Anthi Pazianou es periodista, trabaja en la isla y ve como el simple hecho de informar, cada vez es más difícil:
“Incluso los periodistas, pasan por situaciones extremas. Hubo ataques contra compañeros durante las manifestaciones de Moria y cuando se originó el incendio del 19 de septiembre en el campamento”.
Nuestro enviado especial a Lesbos recalca:
“Los residentes de la isla no se niegan a ayudar a los refugiados pero lo que quieren es no sufrir la presión que están teniendo desde hace un año.
Además ven como Atenas no hace nada para que la situación mejore y ciertas personas echan leña al fuego, lo que provoca un descontento mayor.