Madrid, 9 oct (EFE).- A tres semanas para que expire el plazo para la investidura o haya nuevas elecciones, la incógnita sigue estando en el PSOE que los próximos días podría ir despejando sus dudas sobre una abstención a una segunda investidura de Mariano Rajoy, a pesar de que este paso podría ahondar en la fractura del partido.
En los últimos días, el PP ha intentado quitar algo de presión a los socialistas que, a marchas forzadas, tratan de recomponer la unidad interna después del maremoto del Comité Federal del pasado fin de semana.
Ha sido el propio Mariano Rajoy el que ha dejado claro que no impondrá condiciones al PSOE para contar con su abstención en una eventual investidura, y en caso de que finalmente consiga ser reelegido, ha prometido trabajar "día a día" para "ganarse" la gobernabilidad.
"Haré todo cuanto esté en mis manos para ganarme la gobernabilidad; sé que la tendré que trabajar día a día, la trabajaré día a día, con humildad con paciencia y atendiendo única y exclusivamente a los intereses generales de los españoles", ha garantizado.
Oferta al diálogo y al consenso que hoy ha repetido la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que ha avisado de que los españoles quieren "normalidad" y no un gobierno que deje la estabilidad en manos de los "radicales y extremistas".
En la clausura de la Escuela de Otoño del PP de Cataluña, Cospedal ha insistido en que unas terceras elecciones serían un "disparate" que, además, podría echar por tierra la recuperación económica y de empleo experimentados en los últimos meses.
"La estabilidad de un gobierno y la estabilidad de un país no se pueden dejar en manos de los radicales y de los extremistas porque a lo único a lo que induce es a crear inseguridad, parálisis y desconcierto. Lo sabemos muy bien en Cataluña", ha alertado.
Frente a ello, la también presidenta popular de Castilla-La Mancha ha ofrecido un PP que apuesta por la "moderación y el reformismo" con el único objetivo del "bien común".
Todo ello a la espera de los pasos que vaya dando el PSOE, que mañana reúne a su gestora por segunda vez desde la dimisión de Pedro Sánchez.
La dirección del partido podría decidir mañana cuándo se convocará al Consejo Territorial y al Comité Federal para debatir un nuevo rumbo por la vía de la abstención a un gobierno del PP.
Javier Fernández, que hace una semana se marcó como meta "sofocar el incendio" que consume al PSOE, ha reconocido que el "no" al PP está en la médula de los militantes del partido "más fervorosos" aunque admite que, ante la falta de alternativa de gobierno, ahora toca "un aterrizaje forzoso".
En una entrevista en El País, el presidente de la gestora reitera que la abstención no significa apoyar el Gobierno de Rajoy.
"Eso es un concepto muy primario de la política. La política no es poesía, es prosa. No es sentimiento, es razón", añade.
Camino hacia la abstención que desde Podemos es interpretado como una renuncia del