Gritos contra Arabia Saudí en el multitudinario funeral del gobernador de Saná, muerto en la masacre del pasado sábado
Miles de yemeníes han asistido al entierro de Abdelqader Hilal, fallecido junto a otras 140 personas en el bombardeo contra el lugar en el que se celebraba un funeral.
La ONU ha exigido una investigación internacional sobre los posibles crímenes de guerra cometidos en Yemen.
“El bombardeo al funeral del sábado fue un ataque despiadado contra civiles y una violación escandalosa del derecho internacional humanitario. Los informes iniciales indican que esto también fue un ataque de la coalición. Las excusas huecas son el patrón de la violencia en este conflicto. Las partes no pueden esconderse detrás de la confusión de esta guerra”, declaraba el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
La coalición árabe, dirigida por Arabia Saudí y apoyada por Estados Unidos, ha negado su implicación en el bombardeo.
Riad ha anunciado que ordenará una investigación, pero la ONU considera que la instancia nacional encargada de este tipo de investigaciones carece de independencia. Hasta la fecha, el resultado de sus pesquisas apuntan a siempre un mismo culpable, los rebeldes hutíes contra los que lucha la coalición para reponer en el poder al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.