Un día después del duro debate presidencial, cargado de acusaciones y que empezó y terminó sin apretón de manos, los dos candidatos se han encontrado en la tradicional cena de caridad de Nueva York.

En ella se invita a los dos aspirantes presidenciales a una cena de gala en la que nunca falta el sentido del humor.

“No estaba seguro de que Hillary fuera a estar aquí esta noche porque, me imagino que no le enviarían la invitación por email”, decía irónicamente Trump.

Fue solo el calentamiento de una noche cargada de bromas y comentarios ácidos entre uno y otro. En algunos momentos llegaron a escucharse abucheos, como tras este comentario de Trump:

“Hillary cree que es necesario engañar a la gente al tener una política pública y una totalmente diferente privada”.

Hillary no se quedó atrás y aseguró que cuando la gente ve la Estatua de la Libertad, la ve como un símbolo. Sin embargo, según Clinton, el republicano solo valora su aspecto físico porque es una mujer:

“Donald mira a la Estatua de la Libertad y ve un cuatro. Quizás un cinco sin la antorcha ni la placa y si se cambia el pelo

Ambos estuvieron sentados muy cerca, solo separados por el arzobispo de Nueva York, Timothy Michael Dolan, que logró lo que parecía imposible tras el último debate: que ambos estrecharan la mano antes de las elecciones del 8 de noviembre.