El impacto económico ligado al cierre de las centrales nucleares españolas supondría la creación neta de unos 300.000 empleos, de los que 100.000 corresponden al desmantelamiento de los centros y 200.000 empleos a la instalación de nueva potencia renovable. Además, implicaría un aumento del PIB de unos 20.000 millones de euros.