Brian Cox intepreta a Sir Michael Gifford, un actor de teatro retirado al que han diagnosticado Parkinson. Gifford asegura que no necesita ayuda pero su hija Sophia acabará contratando a una cuidadora.
“Tengo un amigo, un buen amigo que es actor. Un genio sobre el escenario. Es un hombre muy fuerte que padece Parkinson, como el protagonista de la película. Pero este amigo mío incluye su enfermedad en sus actuaciones. El Parkinson forma parte de él. Cuando está sobre el escenario no se disculpa, al contrario, explica que él es así, que es un hombre que padece una enfermedad. Es así como se presenta”, explica Cox.
La cuidadora se llama Dorottya y estudia interpretación. Dorottya hará reír a Sir Gifford. La joven recuerda, de hecho, al viejo actor sus primeros años de carrera.
“Fue como interpretarme a mí misma, afirma la joven actriz Coco König. Pero creo que eso era lo que buscaba en mí el director. Quería que fuese lo más natural posible, que actuase como si fuese yo misma. En mi carrera he tenido un mentor al que miro como Dorottya mira a Sir Michael Gifford. Al final del rodaje acabé viendo a Brian como en la película, como si también fuese mi maestro. La situación que vivo en el filme es muy parecida a mi vida real”.
János Edelényi es el director de la película.
“Queríamos realizar un filme lleno de emoción. Un filme que tuviese también sentido del humor y que, al mismo tiempo, tratase asuntos serios de la vida. Queríamos hacer una película sobre la muerte pero como si se tratase de la vida real”, explica.
“El último acto” se estrena en España el 11 de noviembre.