Donald Trump, el electo presidente estadounidense, se perfila para ser un gran dictador.

No es una opinión en base a teorías o interpretaciones, no, es sólo tomar los hechos, y analizar de primera mano, incluso hacer un análisis a simple vista de él mismo. Basta enumerar cuáles son las características que tiene un autoritario y dictatorial político. Veamos: al dictador, no le gustan las críticas.

A Trump, no le gustan las protestas, ya lo confirmó al desacreditar que se trate del pueblo, dijo que en realidad son manifestantes pagados. Al dictador no le gusta la libertad de expresión. A Trump tampoco, amenazó con modificar la ley para poder demandar a periódicos como New York Times. De hecho amenazó al propietario del Washington Post, Jeff Bezos, por las publicaciones que se hicieron durante su campaña.

Al dictador le gusta menospreciar y humillar. Para Trump: los mexicanos son criminales y violadores, los musulmanes son peligrosos, y los sirios hacen nidos de crimen. Al dictador le gusta creer en la supremacía. Trump ha apoyado a gente como David Duke, exlíder del Ku Klux Klan (KKK), al promover ideas supremacistas blancas, de hecho puso como jefe de su campaña a Stephen Bannon, responsable de Breitbart News, un brazo de la derecha radical.

Al dictador le gusta victimizarse cuando algo sale mal. Trump dijo que es ‘muy injusto’ que haya protestas contra él. Al dictador no le gustan los periodistas. Trump mandó a sacar de la sala al periodista hispano más importante de EE.UU., Jorge Ramos, porque no le gustó la pregunta que le hizo sobre los millones de hispanos y mexicanos que son pilar de la economía estadounidense a quien Trump llamó violadores. ‘Shut up’, cállate le dijo y lo sacó.

Y como a él le pasó a muchos que se les negó el paso porque le incomodaba la verdad o a cuestión inteligente. Para no seguir más, mejor le digo la reacción. Todo esto que le enlisté aquí, el pueblo de EE.UU. lo sabe, y aunque no tenga doctorado en sociología, política o psicología, por lo menos lo siente. Y como lo siente, el pueblo está aterrado, le da miedo.

El resultado, miles han salido a las calles de EE.UU. para repudiar que Donald Trump, sea su presidente. No pueden creer que un racista, autoritario, con perfil de dictador, humillador y patán, sea el presidente de quien se dice ser la nación con más democracia y libertad. La ola de protestas crece.

No hay números concretos pero podría alcanzar la mitad de la población, porque aquí viene otra, ¿sabe usted que Hillary Clinton, candidata demócrata, ganó obteniendo más votos que Trump?, es decir más de la mitad de los que votaron, no querían a Trump.

Sólo que el sistema ‘democrático’, arcaico y obsoleto de EE.UU. permite estas curiosidades cuando no está permitido el voto directo popular para elegir presidente, sino que las elecciones eligen votos predeterminados para un Estado que a su vez podría depender de la voluntad de una persona que es el súper elector que representa al Estado a la hora de depositar el voto en Washington.

Por eso en la calle, las cosas se están poniendo al rojo vivo. El otro punto es ¿qué tipo de personas apoyaron el racismo de Trump a la hora de votar? porque no hay que perder de vista que esas, son la otra mitad.

Estados Unidos 2016 aquí en ‘Detrás de la Razón’. Nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete de la tarde, México y Colombia, una de la tarde; Madrid, ocho de la noche.

Por: Roberto de la Madrid.