La tragedia de la inmigración clandestina azota sin piedad las costas de Sicilia. Un buque de rescate ha atracado este domingo en el puerto de Mesina con más de 200 inmigrantes a bordo y ocho cadáveres. Entre los socorridos se encuentran 27 supervivientes del naufragio de una lancha neumática que tuvo lugar el pasado miércoles. A pesar de que un buque británico acudió inmediatamente a su rescate, las aguas del Mediterráneo se tragaron a un centenar de personas. Solo se recuperaron seis cadáveres.

Los inmigrantes procedían de varios países de África Occidental. El relato de los supervivientes es estremecedor:

- “Cuando la embarcación volcó, las maderas que habíamos colocado en su interior para sentarnos se rompieron y el viento se las llevó. Solo nos quedaba la cámara de aire. Pero esta comenzó a hundirse cuando se hizo de noche. Lo único que nos mantenía a flote se hundía… ¿qué podíamos hacer? Estábamos sentados en ella. Nos dijimos que íbamos a morir”, narraba Abdullae Diallo, un joven senegalés de 18 años.

La semana ha sido aciaga para la inmigración clandestina en el Mediterráneo. Hasta el pasado viernes 365 personas habían muerto ahogadas en sus aguas. Desde principios de año, el número se eleva a 4.636, un millar más que en todo 2015.