Millones de musulmanes de todo el mundo se han congregado en la ciudad iraquí de Kerbala para celebrar el Arbaín.
Banderas verdes y negras, niños en brazos, son las imágenes que se repiten todos los años dentro y fuera de la Mezquita del Imam Husayn para conmemorar el cuadragésimo día del martirio de Husein, tercer imam de los chiíes y nieto del profeta Mahoma.
Ante los millones de personas que acuden año tras año y los constantes ataques del autodenominado Estado Islámico a los miembros de la minoría chií, el Gobierno iraquí ha incrementado la seguridad. 24.000 miembros del Ejército y de la Policía han sido movilizado durante tres semanas.