Al menos 16.000 personas han huído en las últimas horas de Alepo, según las cifras que maneja Naciones Unidas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos habla de 27.000 desplazados.

El éxodo coincide con la última ofensiva del ejército regular, que apoyado por sus aliados chiíes y la aviación rusa, ha conseguido romper el frente rebelde en dos, situado en la zona oriental de la ciudad.

La situación es crítica. Según testigos presenciales, no queda ningún hospital operativo y las reservas de comida y agua se han agotado. Se espera que en los próximos días huyan muchos más. Se calcula que unas 250.000 personas se encuentran atrapadas entre el fuego cruzado y sin un refugio en el que ponerse a salvo de las bombas.

“En los últimos días”, explica Alexander Devyatkin, responsable del Centro Ruso de Reconciliación, “el ejército sirio ha conseguido progresos sustanciales. Ha liberado más de 10 distritos de la ciudad y ha abierto una brecha en las defensas enemigas que los civiles están utilizando ahora para abandonar la ciudad”

En menos de una semana, Al Asad ha recuperado varios distritos cruciales de Alepo. Entre ellos, el barrio de Al Sajur, un enclave estratégico, cuya conquista ha permitido romper las líneas opositoras.

Según Rusia, las fuerzas leales al régimen controlan a estas horas casi la mitad oriental de Alepo. El ejército habría desmantelado además varias fábricas clandestinas de armamento tras la huída de los rebeldes, que han sufrido su peor derrota militar desde 2012.