El director general de la compañía aérea boliviana Lamia, propietaria del avión siniestrado en Colombia, fue detenido el martes por las autoridades de Bolivia en Santa Cruz (este).
Gustavo Vargas y otros dos empleados fueron detenidos para ser interrogados antes de determinar su responsabilidad.
Numerosos documentos han sido confiscados en la sede de la compañía
Según el fiscal general de Bolivia, la investigación abierta por incumplimiento de deberes podría convertirse en “delito de homicidio culposo”.
Celia Castedo, una controladora aérea que cuestionó el plan de vuelo antes del accidente, ha sido acusada de negligencia por no avisar a tiempo, según la fiscalía.
Castedo observó que el tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y Medellín era el mismo registrado para la auotnomía de combustible que tenía el avión.
El avión se estrelló la semana pasada después de quedarse sin combustible, dejando 71 muertos, entre ellos casi la totalidad de la plantilla del equipo brasileño de fútbol Chapecoense.
En el accidente solo hubo seis supervivientes: tres futbolistas, un periodista, una azafata y un asistente de vuelo.