Rusia, Turquía e Irán presentan su propio plan de paz para Siria y llaman a extender el alto el fuego a todo el territorio. En una declaración común de los ministros de Exteriores y Defensa de los tres países hecha en Moscú, expresan su voluntad de separar a las milicias opositoras al régimen de Bachar al Asad de los grupos yihadistas para propiciar una negocicación entre ambas partes.
“Irán, Rusia y Turquía expresan su disposición a convertirse en garantes del acuerdo que se negocia entre el gobierno sirio y la oposición”, manifestó el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov. “Llamamos a otras naciones con influencia sobre el terreno a que hagan lo mismo”.
Su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, incidió en la legitimidad del régimen de Damasco.
“Hay que encontrar una solución política apoyándose en los principios ya mencionados. Es decir, respecto a la soberanía del territorio y la unidad nacional de Siria. Y hay que aceptar una verdad: la única solución para poner fin a la guerra es una solución política”.
Por su parte, el titular turco Mevlut Cavusgolu recordó que hay facciones de ambas partes, en una declaración donde por primera vez su Gobierno admite luchar contra los suníes del Frente al Nusra.
“No creemos que solo haya que luchar contra grupos terroristas como al Nusra y el Dáesh. Hay otros grupos afiliados al régimen sirio, como Hezbolá. Y también hay que dejar de apoyarles para que el alto el fuego sea posible. No puede usarse solo la influencia sobre uno de los bandos. Debe hacerse en ambos”.
El acuerdo, en todo caso, se hace sin la participación de las potencias occidentales. Para el ministro ruso, este formato trilateral es más eficaz que la tregua intentada hace unos meses con Estados Unidos y que solo duró una semana.